LA ORUGA SOLITARIA EN BUSCA DE LA FELICIDAD

Érase una vez una oruga solitaria, su nombre era Clara, vivía sola. Había dejado a su familia para irse de viaje y ver algo del gran mundo. Se arrastró sobre la hierba y los arbustos, trepó a los árboles y encima de las flores para encontrar algo que comer. Se cruzó con muchas cosas maravillosas en su camino, como gotas de rocío, coliflores, manzanas y abejas. Para hacer gotas que caían de las hojas, creó un pequeño charco de agua. Clara tenía sed y empezó a beber. De repente se vio a sí misma en un espejo del agua, Clara se sorprendió y miró otra vez ¿Eso soy yo? ¿Cómo es que me veo tan diferente? Ya no me reconozco. Un día escuchó un ruido fuerte que sonaba como un zumbido en sus oídos, levantó la cabeza hacia el cielo, uh, esa fue la primera vez que vio tres hermosas criaturas volando en un gran espacio abierto. ¡Qué bueno sería tener alas así! Así que ya no tendría que cargar más con mi cuerpo, se dijo a sí misma Clara y estuvo pensando en esto todo el día. De repente vio un destello de colores brillantes, cuando se acercó, había algo colgando entre los arbustos, nunca había visto algo así. El color le dio un poco de hambre y Clara decidió tomar un bocado para probar, aghh eso es repugnante, psst y lo escupió. Un color rojo dejó un rastro alrededor de su boca. Clara se sintió cansada al instante, decidió trepar a un árbol, hizo la cama con un material suave y sedoso y finalmente se durmió. Cuando se despertó a la mañana siguiente, sentía algo diferente de lo habitual, su cuerpo colgaba boca abajo y lo sentía rígido. Trató de moverse, pero no podía porque algo jabonoso le envolvía todo el cuerpo. Estaba aún muy somnolienta y se sentía un poco asustada, pero afuera todavía estaba oscuro, así que decidió volver a dormir. A la mañana siguiente, Clara despertó sintiéndose realmente asustada porque había soñado que se le caía la cabeza. ¿Dónde están mis piernas? gritó. Cuando miró hacia abajo, vio que en su lugar le habían crecido alas con un hermoso patrón de colores del arco iris en ellas. Clara se emocionó al darse cuenta de que no había sido un sueño, esto era real. Empezó a empujar contra el envoltorio sedoso, y luego sintió que algo se movía. El envoltorio sedoso estalló, se abrió y bum, Clara se cayó y aterrizó en el suelo. Se quedó allí por un rato, sintiéndose confundida, nunca antes he tenido alas y no sé cómo usarlas, se dijo a sí misma. Trató de batir las alas, pero no pasó nada. ¿Por qué mi cuerpo se siente tan débil? ¿Cómo puedo volver a ser más fuerte? Clara practicó un poco más durante unos días. Y entonces, un día, sintió que su cuerpo se volvía más ligero, se levantó del suelo, se elevó en el aire Y finalmente aterrizó en el pétalo de una hermosa flor. Sintió hambre al instante y comenzó a comer. Notó otras dos hermosas criaturas que estaban sentadas a su lado en otras flores cercanas ¿De dónde sois? ¿Y qué estáis haciendo aquí? preguntó Clara, una de ellas respondió: somos mariposas y viajamos de un lugar de flores a otro. ¿Yo también soy una mariposa? dijo Clara sorprendida. ¿y puedo viajar con vosotras? Por supuesto, respondieron las mariposas. Eres una de nosotros ahora y te trataremos como familia. También te enseñaremos todo sobre como ser mariposa, se trata de volar, a veces puede ser bastante difícil porque somos muy ligeras y sensibles, somos muy vulnerables, pero cuando volamos y nos deslizamos en el viento, se siente tan maravilloso y libre. ¡Iuuu, estoy tan feliz y orgullosa! Ahora también pertenezco a algún lugar. Clara y las otras mariposas descubrieron mucho más del mundo, viajaron por tierra, bosques, prados y casas de techos rojos. Y así Clara vivió feliz para siempre con su nueva familia.