“La Donación”

En este momento de transición entre el viejo sueño y el nuevo, el concepto de dinero, que eventualmente está destinado a desvanecerse, a salir de nuestra vida, en este momento, aunque sigue siendo necesario y en muchos sentidos predominante, está teniendo cada vez menos arraigo en nuestra existencia.

Y para aquellos que están adquiriendo una conciencia superior, el juego del dinero se vuelve cada vez más insostenible. Entre las innumerables consideraciones sobre cómo lidiar con la idea del dinero, a pesar de haber perdido su pasión, su encanto, pero, al mismo tiempo, necesitando de él, digamos, de forma ilusoria, porque aún no hemos terminado de trabajar en nuestro programa de la escasez y de la supervivencia, pero está en un punto muy avanzado…. así que hay una situación en la que lo viejo ya no es sostenible, pero lo nuevo aún no ha llegado a su plena aplicación, y en este período, los que han adquirido una conciencia superior, y por lo tanto han salido o quieren salir del juego del dinero y de la supervivencia, comienzan a usar su imaginación para encontrar otros métodos.

En lo que hago, introduzco cada vez más el concepto de donación. Sin embargo, el concepto de donar también debe administrarse a través del alma, no a través del ego, porque a través del ego el concepto de donación adquiere una sensación de impotencia: “Necesito tu donación para sobrevivir”. El concepto de donación, abrazado con estos parámetros una vez más, aunque de manera sutil, perpetúa la idea de dependencia, de impotencia y de manera aún más sutil, perpetúa la idea de víctima o victimismo.

El concepto más avanzado de donación es un concepto que todavía es difícil de entender para muchos. Creo algo, a través del ejercicio de mi alegría, a través del ejercicio de mi unicidad, a través del ejercicio de mis dones, y cuando creo algo de esta manera, la alegría me abraza durante todo el proceso de realización, y cuando la realización termina en un producto, estoy satisfecho con esta alegría. Así que no necesito de nada más. Es el ejercicio de mi hacer que ya me ha recompensado, porque a través de él he aumentado aún más mi conexión con la esencia eterna, he aumentado aún más mi capacidad de ser más y más yo mismo, y, por lo tanto, ahora que el producto está terminado, sea lo que sea, soy más esencia eterna, soy más yo mismo, y por eso la vida ya me ha premiado.

Y con el corazón lleno de alegría y lleno de amor te ofrezco a ti el producto de mi obra. Lo ofrezco sin ninguna expectativa, sin ninguna necesidad. Necesidad de ser comprendido, validado, compensado. Estoy libre de todo esto. Porque la vida ya me ha compensado con la alegría de hacer. Y así te dejo la elección, cuando decidas recibir mi obsequio, mi oferta, te dejo la opción de evaluar, de dar valor a mi producto a través de una donación. La donación ni siquiera es obligatoria, eres tú el responsable de responder a lo recibido de la manera que consideres más apropiada. Yo hice mi trabajo, ya que el árbol creó su fruto, y en la creación del fruto fue recompensado con una vida maravillosa y vibrante y, por lo tanto, ahora el fruto es para todos, para todos aquellos que quieran cogerlo. Entonces, el concepto de donación en este punto ya no es un concepto vinculado a la supervivencia, ya no es un concepto vinculado a la escasez y la necesidad, es simplemente la alegría de ofrecerte el fruto de mi trabajo, no con esas connotaciones, con ese significado pesado que le hemos dado hasta ahora, sino trabajar en el sentido de un proceso creativo, un proceso gozoso, de una danza gozosa, he bailado con alegría y, a través de mi unicidad, he creado esto y ahora te lo ofrezco.

Tú decides si recoges la fruta del árbol, si quieres donar algo, y decides tu ese algo. Entonces, la donación es simplemente, como dice la propia palabra, un regalo. El que dona lo hace con alegría y no tiene expectativas de ningún tipo. Quien recibe el regalo a través de su sentimiento decide qué dar a cambio. Este intercambio es extremadamente simple cuando estamos conectados con nuestra alma. Pero cuando estamos involucrados con la narrativa de nuestro ego se vuelve aún incómodo para muchos, porque esta manera de ofrecer los lleva a vibraciones más altas donde la transparencia, la honestidad están en vigor y un fuerte sentido ético, una fuerte sensación de integridad con la vida que me está donando algo y yo siento, no por deber o sacrificio o porque así se haga, sino que siento que quiero corresponder con igual alegría.

Y entonces me ofreces esto, y yo según lo que siento, te doy algo a cambio. Esta forma de donar es una etapa intermedia entre la antigua forma de negociar, donde el dinero, la supervivencia y la escasez tenían un control absoluto en nuestra existencia, y el mundo que está a punto de llegar, donde volvemos a la forma original del sistema operativo humano, donde no hay supervivencia, no hay escasez, sino que hay abundancia infinita y por lo tanto ya no hay ninguna necesidad de negociar nada. Y este método de donación es un proceso intermedio para poder pasar poco a poco de la antigua forma a la nueva.