EL DISCERNIMIENTO

Desarrollar una capacidad para discernir cada vez más eficaz y más poderosa es una de las razones por las que hemos venido a este planeta extraordinario.

Porque que esta universidad, llamada Madre Tierra es un centro de transformación basado en la diversidad y también basado en la unicidad y, por lo tanto, presenta condiciones y situaciones en las que realmente podemos refinar nuestra capacidad de discernimiento. Probablemente como nunca fue posible en otros sistemas operativos que hemos vivido antes, especialmente en estos últimos diez mil años, en los que hemos vivido una matriz invertida que, en su genialidad, ha creado y aún crea, situaciones particularmente astutas, situaciones engañosas que son muy difíciles de identificar.

La matriz invertida es un espejo invertido donde todo lo que vemos está invertido y siempre refleja nuestra imagen de manera invertida. Entonces para navegar en este holograma, en esta situación, un alma debe desarrollar un centramiento y una capacidad de discernimiento particularmente extraordinaria para no ser engañada, para no caer en la hipnosis de la narrativa de un ego, que es un maestro en inmiscuirse en nuestro pensamiento, en nuestro sentimiento y en desviar nuestro trayecto hacia situaciones que no son relevantes para los propósitos del alma.

Así que el ego con su rol extraordinariamente astuto está creando la oportunidad para que refinemos más y más nuestro poder del discernimiento. Y nosotros cuando elegimos esta universidad, lo hicimos porque estaba este ego, que representaba un desafío extraordinario. Porque el ego es quizás el enemigo, y uso la palabra enemigo dentro del dualismo, fuera del dualismo no hay enemigos, pero dentro de la batalla del dualismo es el enemigo más formidable, porque tiene habilidades extraordinarias para confundirnos, para hipnotizarnos, para hacernos creer cosas que no existen.

No es una casualidad que las estadísticas digan, por ejemplo, que 95 por ciento, si no más, de nuestras preocupaciones nunca ocurren. Son simplemente masturbaciones mentales. Pero nos distraen de nuestro camino y, a veces, nos distraen durante toda una vida.

Así que una de las cosas que nos hemos propuesto para convertirnos en maestros, aún más de lo que lo éramos antes, es la capacidad de discernir. Discernir lo que es relevante para el alma de lo que no lo es, y podemos ver que, a medida que aumenta nuestra conciencia, perdemos cada vez más la fascinación hacia lo que nos propone la matriz invertida, que después el ego amplifica creando historias extraordinarias. A medida que tomamos conciencia y, por lo tanto, elevamos nuestras frecuencias y recordamos más quiénes somos, de repente, muchas cosas que antes nos hubieran influido ya no nos influyen. Así que ya no nos dejamos corromper por todas las astucias del sistema, que quiere distraernos continuamente y, por lo tanto, en algún momento, de repente, algunas cosas que nos fascinaron que nos interesaron, ahora, ya no nos interesan más, porque nos hemos acercado más a nuestra alma y, por lo tanto, nuestra capacidad de discernir entre lo que es importante, lo que es el amor, lo que queremos vivir y lo que no queremos vivir, que no es importante, que es un amor falso, se hace cada vez más claro.

Entonces la capacidad de discernimiento es una de las fuerzas motrices de este cambio que se está llevando a cabo en este momento entre lo antiguo y el nuevo.

A medida que la capacidad de discernimiento del colectivo se eleva, cada vez menos, el sistema influye en nuestro poder de decisión, logra influir menos en la idea de lo que somos, y lo que tenemos que hacer, de lo que es el amor, de lo que es el proceso creativo, y aquellos que son los valores de la vida.

Como más se refina nuestra capacidad de discernimiento más orgánica se vuelve nuestra vida, se vuelve menos sintética y, por lo tanto, comenzamos a quitarnos todos estos trajes, estos trucos que hemos adoptado cuando teníamos menos capacidad para discernir, menos habilidades para distinguir lo que estaba en resonancia con lo que estaba en disonancia.

Con la adquisición de neutralidad, nuestra capacidad de discernimiento aumenta, porque ya no usamos nuestro discernimiento a través de nuestras emociones y, por lo tanto, no elegimos lo que nos parece correcto o incorrecto, lo que hemos de hacer, lo que no debemos hacer a través de las emociones del miedo, de la preocupación, la supervivencia, la escasez, de la necesidad de sentirse comprendidos, amados o validados. Estas emociones bajas ya no nos guían, con lo que nuestra capacidad de discernimiento ahora está gobernada, administrada, por la neutralidad, a través de la cual sentimos la voz del alma.

Y con esta capacidad de discernimiento la matriz invertida y el ego ya no puede chupar nuestra energía, ya no pueden vivir en nuestra energía y, por lo tanto, necesariamente deben o alejarse, o colapsar o transformarse.

La capacidad de discernimiento también requiere una gran honestidad, una gran transparencia, entonces cuando yo soy honesto conmigo mismo y soy transparente conmigo y con mi entorno, puedo expresar lo que me dice mi capacidad de discernimiento de manera absoluta, sin filtros. Por lo tanto, la capacidad de discernimiento depende también de la cantidad de neutralidad que hayamos adquirido y de cuanto amor tengamos dentro de nosotros, para que podamos ser totalmente honestos y transparentes con nosotros mismos y nuestro entorno.