“El Miedo”

Uno de los elementos que caracterizan la vida tal y como la hemos conocido hasta ahora, es el miedo. El miedo ronda, vuela libre, por todos los rincones de este planeta, está siempre perfectamente nutrido, y está en la base – hay excepciones – pero está en la base de nuestro poder de decisión. La mayoría de nosotros actua, elige hacer o no hacer, elige las relaciones, elige la logística, el trabajo, elige su aspecto físico, manipula su aspecto físico, todo a causa del miedo. Ahora bien, el miedo no es necesariamente el terror, también puede ser la preocupación, puede ser una inquietud, una duda. Todas estas emociones, que son contraidas, no expanden nuestra energia, sino que la contraen, se basan fundamentalmente en el miedo. Así que en la raíz de estas emociones está el miedo. El miedo es creado por el ego, el alma no conoce el miedo. El ego solo conoce el miedo y crea narrativas fantásticas basadas en este sentimiento, en esta emoción, el miedo. Y el miedo puede ser, como repito, muy muy sutil, muy muy digamos, casi imperceptible, o puede ser extremadamente intenso.

Pero si vamos a ver a nivel vibratorio, para muchos de nosotros es una constante en nuestra vida. Incluso en los momentos en que nos sentimos contentos o felices, de todos modos, incluso ese contento y esa felicidad, no siempre es verdaderamente pura o lo es raramente. Es una alegría que trae consigo su opuesto, es una alegría, es una felicidad, que para justificar su existencia necesita de su opuesto y por tanto es una alegría, es una felicidad que oscila.

Un día está ahí, otro día desaparece, otro día vuelve. Y entonces hay estas oscilaciones, arriba y abajo, arriba y abajo, un día estoy extasiado por vida, otro día estoy deprimido. Un día estoy enfadado, otro día estoy contento. Otro día soy gracioso, soy feliz, otro día… luego vuelvo a bajar … Y estas oscilaciones demuestran que todos estos saltos de temperatura emocional no son creados por el alma, sino por la voz del ego.

Hay muchas formas de mirar nuestro miedo. Para observar nuestro miedo, para entenderlo, si hemos llegado al punto en el que queremos hacer este trabajo – porque muchos todavía no han llegado a este punto – però, una forma de percibir el miedo es verlo como un regalo. Podemos elegir ver nuestro miedo como un regalo con el cual emerge a la superficie una oportunidad, una posibilidad. De esta manera incluso podemos declarar que el miedo es nuestro amigo, es una gran ayuda. También podemos decir que el miedo es importante porque nos ayuda, un poco como el dolor en el cuerpo.

El dolor nos ayuda a comprender que hay algo que no funciona en nuestro cuerpo. Si no sintiéramos dolor no nos daríamos cuenta de que nuestro cuerpo tiene un problema, y entonces nuestro sistema operativo colapsaría, se derrumbaría, porque, al no haber sentido dolor, continuaríamos nuestro viaje sin pensar que algo no funciona, y entonces el cuerpo, en algún momento, se derrumba.

Pero a través del dolor el cuerpo nos dice: mira, algo anda mal, con este brazo, por ejemplo, compruébalo, para que puedas hacer algo al respecto. Así que el dolor es un amigo mío que me indica que algo no va bien en el cuerpo, para que pueda notarlo y pueda hacer los cambios necesarios para restaurar la salud del cuerpo. Lo mismo ocurre con el miedo. Cuando sentimos miedo – y ahora vamos más allá de la narrativa del ego – pero cuando sentimos miedo es nuestro sistema operativo el que nos dice: mira, tu forma de sentir la vida está en desarmonía y fuera del centro, hay una creencia, una idea, un programa que has adoptado que te está sacando de lo que es tu estado natural de ser, de lo que es tu, digamos, estado orgánico, normal de ser. Entonces el miedo nos ayuda a identificar esas emociones, esos pensamientos, esas historias, esos programas que no nos pertenecen y visto desde este punto de vista el miedo es un gran amigo, es un gran regalo.

Entonces, cuando el miedo aflora en nuestra existència, en cualquier forma, ya sea tristeza, sea rabia, frustración, impaciencia, ya sea duda, sea envidia, celos, todas estas fantásticas emociones bajas, cuando afloran, sabemos que el miedo rige detrás de ellas, y por lo tanto son emociones que debemos observar, a través del miedo, las identificamos y tenemos la posibilidad de entender que en ellas hay una señal de alarma que nos dice: ¡atención! tu sistema operativo, en este momento no está en linea con tu estado natural de ser, ve a ver de que se trata, para que puedas eliminar esta extraña idea de preocupación, o enfado, celos o inseguridad, de lo que sea, de esas emociones bajas. Y luego, cuando puedas soltarlas, puedes restaurar, digamos, tu sistema operativo para que vuelva a funcionar como debería.

Esta es, quizás, la forma más orgánica e inteligente de observar y hablar con nuestros miedos.